El

Monstruo





2018

Tuvo una pesadilla, fue devorado por un monstruo, que era capaz de asimilar todo lo que devoraba a ello; se despertó, y se dió cuenta: que aún permanecía dentro de ello.

Las espectativas sociales se vuelven signos y señales para la identidad individual, y sin querer caemos en la perdida de nuestra intimidad, dando el caso de alienación, devorado por ese monstruo invisible, omnipresente...

Un cuarto sin ventanas, devorado por hojas de periódico, crea la apariencia interior de una semiesfera,  el olor a periódico llena la sala; a través del techo, el sonido de pisadas avisa de una presencia ajena; de la caja central, ruidos de latidos, respiraciones apuntan a una tormenta interna, de una entidad aunsente, pero presente.